Portada » El sueño de nuestros hijos: un proceso evolutivo
bebe durmiendo plácidamente

El sueño de nuestros hijos: un proceso evolutivo

Todos sabemos que los bebés duermen más que los adultos y que su patrón de sueño es distinto al nuestro, pero ¿sabemos a qué se debe esta necesidad biológica? Hoy, en Todomaternidad, planteamos las dudas más frecuentes sobre el sueño del bebé. Veremos que, como todo, llegar a «dormir bien» o «dormir del tirón», implica un proceso evolutivo.

¿Cómo es el sueño en nuestra especie?

Antes de abordar ciertas cuestiones sobre el sueño infantil, conviene tener claro que el sueño no es homogéneo, que responde al seguimiento de un ciclo (90-120 minutos) de cinco fases que harán que nuestro organismo descanse, recargue energías y consolide todo lo aprendido durante el día.

¿Cuáles son las fases del sueño?

  • Fase 1: se produce el adormecimiento, disminuye la actividad cerebral y se pueden dar alucinaciones. Se repite cada vez que nos despertamos y nos volvemos a dormir. Dura entre 30 segundos y varios minutos.
  • Fase 2: se da una disminución del ritmo cardíaco y respiratorio. Este sueño ligero dura aproximadamente 1 hora.
  • Fase 3: transición al sueño profundo que dura unos dos o tres minutos.
  • Fase 4: llegamos al sueño profundo. Este momento dura unos 20 minutos, durante los cuales cuesta mucho despertarnos. Se llama «sueño de ondas lentas» porque en nuestro cerebro apenas hay actividad. En esta fase se producen picos de sueño ligero que evolutivamente tienen una explicación: si percibimos que todo está bien, seguimos durmiendo, si no, nos despertamos. El sueño reparador tiene la misión de regenerar nuestras células gracias a la liberación de la hormona del crecimiento.
  • Fase 5: El sueño REM (Rapid Eye Movement) se caracteriza por los movimientos oculares rápidos, debidos a la alta actividad cerebral causante de los sueños. En esta fase se consolida el aprendizaje realizado durante el día, así como los procesos de atención y de memoria.

¿El bebé nace con todas estas fases del sueño?

No, las va adquiriendo a medida que crece. Durante los primeros meses, las necesidades biológicas del bebé son dos: sentirse protegido y ser alimentado frecuentemente para prevenir las hipoglucemias (bajadas de azúcar). Por lo tanto, el sueño del bebé se va a caracterizar por continuos despertares para asegurarse que sus padres siguen cerca y, además, para asegurarse el sustento, es decir, para mamar. De manera que, aunque estos despertares puedan parecer un fallo de la naturaleza, nada más lejos de la realidad. De hecho, la naturaleza responde sabiamente y permite que el ciclo de sueño del bebé sólo comprenda la fase de sueño profundo y la fase REM, para que se den estos despertares continuos, vitales para el bebé. Incluso después de los seis meses, cuando el bebé ya tiene más o menos asumido el patrón de sueño de las cinco fases, se va a seguir despertando por las noches, porque pasar de una fase a otra aún le costará.

¿Cómo es el ciclo de sueño del bebé?

Como hemos explicado, el recién nacido sólo tiene dos tipos de sueño, el profundo, que apenas dura un 20 % y el REM, de un 80% de duración. Esta proporción responde a las necesidades de los primeros meses. Como su actividad física es mínima y apenas se cansa, necesita menos sueño profundo, el que repara las células y el que nos recarga energía. En cambio, a lo largo de los momentos de vigilia, el bebé está aprendiendo continuamente, por lo que necesitará más cantidad de sueño REM, el que ayuda a consolidar los conocimientos adquiridos durante el día.

¿Por qué se despiertan más los bebés?

En realidad, los despertares nocturnos son normales, los tenemos todos, sólo que nosotros ya sabemos volvernos a dormir -de hecho, ni nos enteramos- y los más pequeños, no. He aquí el problema en muchas familias. Dormir del tirón es una meta que se consigue después de muchos ensayos, en los que el ser humano puede invertir hasta sus primeros cinco años. Esto significa que para dormir toda la noche sin despertarse tiene que darse este proceso evolutivo, en el que cada vez se irá aprendiendo mejor a pasar de una fase a otra sin despertarnos. A medida que crezcan, todos los bebés irán «aprendiendo» a dormir solos, pero mientras tanto, estos despertares los debemos ver como una herencia de nuestros antepasados, que tenían que despertarse continuamente para asegurarse de que no corrían ningún peligro.

¿Por qué los bebés y los niños duermen más?

Hasta los cinco años, aproximadamente, los más pequeños necesitan dormir más que los adultos por un motivo lógico: están en plena etapa de crecimiento (es la etapa de la vida en que se cambia más en menos tiempo) y de aprendizaje, pues cada día incorporan un nuevo saber. Podríamos decir que cuanto más pequeños son, más sueño necesitan, que el dormir una cantidad de horas viene exigido por la necesidad de aprender y crecer.

¿Todos los bebés necesitan las mismas horas de sueño?

En general sí, porque todos necesitan interiorizar el gran cúmulo de aprendizajes que hacen a lo largo del día. Sin embargo, hay muchos factores que pueden determinar la calidad del sueño: su talante natural (ser más o menos dormilón), el entorno (si se siente protegido mientras duerme), su edad concreta en relación a sus cambios, el tipo de alimentación… Esto explica que haya bebés que aguantan más horas durmiendo que otros. Pero no nos engañemos, lo normal es que se despierten frecuentemente, aunque duerman en el mejor de los entornos.