Portada » Piernas inquietas en el tercer trimestre de embarazo
piernas inquietas embarazo

Piernas inquietas en el tercer trimestre de embarazo

Algunas mujeres temen la llegada de la noche porque, al estirarse, notan que sus pies o sus piernas entran en un proceso de inquietud, entumecimiento, tirantez o dolor que les impide conciliar el sueño y descansar. Se trata del llamado síndrome de las piernas inquietas, que puede afectar a cualquier persona. Sin embargo, la incidencia de esta patología es habitual entre las embarazadas, ya que se da en un 15 % de los embarazos.

En TodoMaternidad te explicamos qué puedes hacer para aliviar este afección que se da, sobre todo, al final del embarazo.

Síntomas del síndrome de las piernas inquietas

El truco para combatir las rampas -friccionar y flexionar- no parece aliviar esta molestia, ya que, tras levantarnos de la cama para aliviar la molestia y volvernos a sentar, reaparece el hormigueo y la inquietud. Lo que acaba sucediendo es que la embarazada se cansa de deambular, empieza a dar vueltas en la cama, hasta que coge el sueño rendida de cansancio. Al día siguiente, se despierta agotada, irritable y sin ganas de hacer nada.

¿Qué podemos hacer para aliviar este malestar?

Los médicos no saben exactamente a qué se debe este trastorno y menos aún cómo tratarlo en los embarazos, pues los fármacos para combatir el síndrome de las piernas inquietas son incompatibles con la gestación. Sin embargo, hay ciertos factores de la vida cotidiana que pueden mejorar tu estado.

  • Adquirir unos correctos hábitos de sueño, con un horario regular para dormir y que se duerman las horas necesarias, alrededor de 9 horas.
  • Realizar ejercicios suaves de estiramientos tres o cuatro veces al día.
  • No consumir bebidas con cafeína u otras bebida o alimentos que puedan alterar el sueño.
  • Seguir un dieta variada con cinco comidas repartidas a lo largo del día.
  • Normalmente se asocia este trastorno al déficit de hierro, por lo que es recomendable seguir una adecuada ingesta de alimentos ricos en hierro con la supervisión de la comadrona o el ginecólogo.
  • Practicar técnicas de relajación como el shiatsu o el yoga.
  • Recibir baños calientes o masajes en las piernas, siempre y cuando sean supervisados por el médico.
  • Ya que la mayoría de especialistas consideran que el síndrome de las piernas inquietas se debe a un problema de la circulación, se recomienda vestir ropa holgada y un calzado muy cómodo.
  • Practicar ejercicio físico moderado al atardecer facilita un sueño reparador. Están especialmente recomendados el pilates y la natación, porque ayudan a reactivar la circulación sanguínea.
  • Reducir al máximo las situaciones de estrés físico o emocional.

En este sentido, también puede ser útil observar qué hacemos en nuestro día a día para detectar si algún comportamiento o hábito tiene que ver con la aparición del síndrome de piernas inquietas. Algunas mujeres han detectado que tomar hidratos de carbono por la noche incrementa las molestias. Otras mujeres, en cambio, sufren este trastorno asociado a la falta de hierro. En estos casos, el médico recomendará qué pasos seguir para mejorar el estado de la embarazada y, si es necesario, la ingesta de determinados suplementos vitamínicos.