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ecografías durante el embarazo

Ecografías en el embarazo: Una ventana al interior

Las ecografías son como una ventana que nos permite ver cómo se desarrolla nuestro bebé a lo largo de los nueve meses del embarazo. En TodoMaternidad te explicamos en qué consiste una ecografía y te resolvemos todas tus dudas al respecto.

¿Qué es una ecografía?

El control ecográfico se lleva a cabo mediante una máquina que emite unos ultrasonidos. Al presionar levemente el cuerpo que se pretende valorar –en este caso el feto–, un ordenador traduce la información que va recibiendo y la recrea en forma de imagen, que aparece en la pantalla del monitor. Como el feto se mueve en el líquido amniótico y los líquidos suelen ser muy buenos transmisores de los ultrasonidos, se obtiene una imagen muy cercana a la realidad que crece dentro de nuestro útero. Las manchas blancas son los huesos; las negras, el conjunto de líquidos; las nubes grisáceas, los órganos del bebé.

¿Cuántas ecografías se practican en un embarazo?

A lo largo de un embarazo normal se practican sólo tres exploraciones ecográficas de rutina, una por trimestre. La primera ecografía sirve para fechar el tiempo real de gestación, para determinar si existe uno o más embriones y descartar un embarazo extrauterino. La segunda ecografía es la más importante, pues en ella se valoran varios aspectos: el desarrollo fetal, el latido cardíaco, los movimientos del bebé, sus órganos internos, el nivel de líquido amniótico, el funcionamiento de la placenta y del cordón umbilical y lo más esperado por los papás: el sexo del bebé. En la ecografía del tercer trimestre se conoce la posición del bebé dentro del útero –si está boca abajo, si está encajado en la pelvis, si viene de nalgas…– que sirve para prever cómo se llevará a cabo el parto.

¿Qué es un doppler?

Se trata de una técnica complementaria de las ecografías que permite visualizar los líquidos en movimiento y que sirve para medir y evaluar el flujo de sangre que circula a través de las cavidades y las válvulas del corazón del bebé, así como el flujo de la arteria umbilical.

¿Las ecografías tienen efectos secundarios?

En absoluto. Esta técnica no es como las que se practican en las salas de rayos, pues las ondas de ultrasonidos que emite el ecógrafo son inofensivas tanto para el feto como para la madre. Por este motivo, si es necesario, se podrán realizar tantas ecografías como sean necesarias.

¿Detectan cualquier anomalía?

Pese a que no puede detectar el cien por cien de las malformaciones y enfermedades, el índice de fiabilidad es muy elevado, sobre todo gracias a las mejoras que continuamente incorporan a los ecógrafos (aparatos que realizan las ecografías) y a la experiencia de los profesionales que los manejan.

¿Es necesaria una preparación antes de someterse a una ecografía?

No. Sólo hay que tener la tripa libre de cualquier cosmético, ya que las cremas y los aceites podrían dificultar la transmisión de los ultrasonidos.

Ecografía paso a paso

  1. La futura mamá ha de permanecer estirada con la tripa al descubierto.
  2. Se aplica un gel conductor de los ultrasonidos, responsables de lo que veremos en el monitor del ecógrafo.
  3. El especialista posa el transductor sobre el abdomen y lo mueve en todas las direcciones. Si se trata de la primera ecografía y se estima que el embrión es aún muy pequeño, se suele recurrir a la sonda vaginal para obtener una imagen más clara.
  4. En la pantalla del monitor aparecen imágenes del interior del útero que el ginecólogo irá interpretando y que, si son muy nítidas, los padres mismos podrán ir comprobando.
  5. Tras esta valoración, el ginecólogo explicará si se ha detectado cualquier anomalía y la futura mamá recibirá una copia de la imagen del embrión.