En torno a los embarazos que acaban en cesárea, existen varias ideas que, en realidad, carecen de sólidos fundamentos. A continuación, explicaremos algunos de ellos.
Se suele decir que si el primer parto es por cesárea, los embarazos que vengan a continuación también acabarán así. Sin embargo, en la actualidad, la medicina ha logrado controlar muchos contratiempos que sobrevienen en un embarazo y los buenos profesionales siempre aconsejarán intentar un parto normal, es decir, vaginal, en vez de programar una cesárea.
También existe una generalizada creencia sobre el período que se ha de esperar a tener el siguiente bebé tras una cesárea. Se comenta que la pareja debe esperar un año para encargar otro bebé, aunque en realidad no tiene por qué ser así. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre espaciar todos los embarazos dos años se debe a su defensa de la lactancia materna durante ese tiempo. Lo cierto es que la mayoría de los especialistas coinciden en que la espera puede ser de seis a nueve meses para volver a quedarse embarazada, sin temor a que la herida de la cesárea ocasione algún problema.
Otra idea se ha expandido sobre el mundo del embarazo: tras tres cesáreas, se debe practicar una ligadura de trompas a la madre para que no vuelva a quedarse embarazada. En realidad, no tiene por qué ser así, aunque es verdad que los riesgos aumentan con el número de cesáreas.
En todo caso, siempre depende de otros muchos factores, por lo que es mejor dejarse orientar por un buen profesional que valore cada embarazo en particular.
